miércoles, 28 de septiembre de 2016

RUEDA, LAMIA, RUEDA

(This post contain a lot of stolen pics from internet, if you are the owner and prefer that I replace your image, please let me know in comments, thanks).

Ni caso a la nota anterior, es un texto de cortesía para los coleccionistas de skate guiris, que a veces se ponen un poco puntillosos con estas cosas. Los que siguen este blog, recordarán que como parte de la promoción de Nela, escribí un post que fabulaba sobre la influencia de la estética del cómic en el diseño gráfico del skateboard y a su vez, cómo el skate influyó de manera indirecta en mi dibujo. Antes conjugaba el verbo fabular porque reconozco que estas divagaciones son pura especulación. Esto no es un tesis, no pretendo sentar cátedra, se podría investigar más y mejor. Todo esto surge de una necesidad personal de vincular dos de mis pasiones, el cómic y la imaginería del skate de finales de los 80 hasta el 91-92.
Siempre he sido lector de tebeos y tras una infancia de mucho dibujo, en la adolescencia prefería estar en la calle con mi panda del patín. Ya sólo leía en los ratos muertos, pero el skate me mantuvo dibujando. Copiaba de manera compulsiva los gráficos de las tablas que me gustaban y que nunca podría tener, ya que costaban alrededor de 10.000 pesetas en 1988-89.  De modo que la única manera de poseerlas era “atrapando su espíritu” a través de la repetición de su imagen.


Pure eighties.

Para los que se incorporan ahora al blog, dejo el enlace del primer skatepost AQUÍ, fue uno de los post más visitados y que más comentarios (sobre todo fuera del blog) suscitó. No más batallitas, vamos al lío, si en la primera entrada escribía sobre estética enumerando a los pioneros y sus influencias. En este texto me olvido del envoltorio para hablar sobre los primeros diseños que incorporaron recursos narrativos propios del cómic: secuencia de imágenes y herramientas textuales (bocadillos, nubes de pensamiento, texto de apoyo y onomatopeyas).
Pero antes de empezar debo aclarar que a finales de los 80, casi cada gran ciudad de los EEUU tenía su propia marca de skate. Por no hablar de que en muchas tiendas se serigrafiaban tablas y camisetas para los patinadores locales de las ligas amateur. Eso implica que la cantidad de información no sólo es enorme, si no que a veces es equívoca (falta la mitad, está mal fechada o acreditada), así que en este texto me centraré en las marcas americanas más conocidas o la fase de investigación sería interminable. Las fuentes para redactar este libro, por orden de importancia son los dos libros de Sean Cliver, Disposable: A history of skateboard art The Disposable skateboard bible , las páginas web skateandannoy.com, artofskateboarding.com, skullandbones.com, además de algunos foros de coleccionistas. Salvo un par de referencias puntuales, este texto se centra en el origen, eso implica que hablaremos de diseño gráfico en el skate de finales de los 80.

Introducción:

Entre cómic y skate existen algunas coincidencias; comparten un origen y desarrollo determinado por la técnica (imprenta/serigrafía), además tienen un fin masivo y popular. También coinciden en que el desarrollo del mercado y las necesidades de autores/patinadores han determinado formatos (tiras, dominicales, tebeo de grapa, novela gráfica/ Formas determinadas por el estilo, desarrollo de materiales e ingeniería). 


Además cómic y skate no eran sólo lectura y deporte: determinaban un estilo de vida, marcaban el carácter… o al menos antes era así.  Llegabas al instituto y sabías quien eran los dos o tres de clase que leían tebeos igual que identificabas al grupo que patinaba. Hoy todo “posers”, ni frikis ni skaters, el mercado audiovisual y las redes lo han digerido todo: tronistas hablando de los X-men disfrazados de skaters.

1. Herramientas textuales.

Bocadillo:
La primera referencia es de 1977-78, se trata de una “nube” que contiene el nombre del pro (patinador profesional), Waldo Autry (Tunnel Products). La cuestión aquí está en interpretar la intención del diseñador, ¿es una nube de pensamiento o simplemente el dibujo de una nube?…pura especulación, así que debo descartarla. Pero en cualquier caso, tiene el honor de ser la (posible) referencia más antigua del post.



Para ver el primer bocadillo nos remontamos al 84. Es un bocadillo de pensamiento que contiene el nombre de la marca, Brand-X. El modelo es una team deck (tabla de la casa, no representa a ningún patinador profesional) llamada “Weirdo”, obra de Bernie Tostenson (1950-2009), dueño de la marca además de un gran fan de R. Crumb. Bernie no sólo fue el primero, también uno de los que mejor supo explotar los recursos que el cómic ofrecía, pero realmente será recordado por ser una pieza clave en el desarrollo técnico del skate. Bernie era un surfero que trabajaba serigrafiando en una empresa de señales y pin-balls. 

Siguiendo a una novia se mudó a Santa Bárbara y allí la única empresa que ofrecía trabajos de serigrafía era mítica marca SIMS. La diferencia entre bernie y el resto de empleados del sector era evidente: un profesional de la serigrafía en un mundo amateur. Él resolvió los problemas técnicos que la evolución del deporte planteaba. El primero y más importante, inventó la pantalla (las llamaba tilt jigs) que permitiría serigrafiar sobre curvas cuando las tablas empezaron a hacerse cóncavas, el resto de marcas copiaron su técnicas. Tras abandonar Sims, montó su propia marca, Brand-X. Sería una empresa kamikaze, su idea original era hacer todo lo que no le dejaron hacer en otras empresas. Produciría tablas menos rentables, porque invertía más atención, dinero y tiempo en cada una. Empezó a usar más tintas (capas) e incorporó al skate el uso de tintas metalizadas y transparentes, para crear efectos volumétricos.

Weirdo (1894), en la ampliación se aprecian la tinta transparente para separar los planos proyectando sombras.

Tercer ejemplo y primer bocadillo “de diálogo”que he registrado: Blockhead, modelo “Revel” (team deck), 1985. Diseño de David Berghold, propietario de la marca. Algunos de los diseños de D.B. intentan contar una historia usando viñetas inconexas o imágenes superpuestas. D.B. pronto cedió el testigo gráfico a Ron Cameron (uno de mis artistas favoritos) más dotado que él en dibujo, color, composición y (su punto fuerte) tipografía/rotulación…pero menos interesado en los recursos narrativos cómic.
Esta “Revel” es una composición no lineal de cuatro viñetas y dos bocadillos. El autor y teórico de tebeos Scott McCloud definiría esto como un ejemplo de narración “non sequitur”. No soy muy fan de sus clasificaciones, pero me vale para explicar que hablo de una narración inconexa y abierta, que vive de la sugerencia y la carga que aporta el lector para darle sentido. La última viñeta es el logo de la marca, las otras tres están inspiradas en el Dick Tracy de Chester Gould. Pero lo interesante aquí son los bocadillos, en el primero vemos el uso más repetido posteriormente, meter la marca o nombre del pro. Sin embargo, en el segundo vemos un uso menos común, el diseñador se dirige directamente al dueño del patín con un mensaje imperativo: “Skate!”.

En 1987 sale al mercado la “Riot stick” el modelo con el uso más inteligente del bocadillo. Volvemos a Bernie Tostenson y Brand-X. Aquí recrea el estilo figurativo de Crumb e introduce varios bocadillos, unos vacíos, otros con mensaje; “U stink!”, “Stuck by the truck!”,“There´s a truck on my face!”, además de una nube con la onomatopeya POW. Pero lo más interesante es el uso del bocadillo vacío.



Riot stick (87), en la imagen detallada se ve el increíble trabajo de serigrafiado, aquí usó la tinta transparente para separar el texto y la lengua de la multitud. Una de mis "Holy grails"


Brand-X era una marca pequeña, con un par de empleados/amigos en un almacén serigrafiando tablas de calidad. Había poco presupuesto para costear un equipo de pros, apenas un par de patinadores de norteamericanos de segunda fila y algún europeo. La mayor parte de sus modelos eran “team decks” o tablas con motivos externos al skate, como la tabla dedicada a la banda Anthrax o al asesino en serie Ed Gein. En la “Riot stick” Bernie deja bocadillos vacíos para que los niños que compraban sus tablas pudieran personalizarlas rellenando los bocadillos con sus propios textos. El mensaje era “hazte tu propia pro-model”, el sueño de todos.

En 1990 el ilustrador/pintor/grafitero/pro-skater Andy Howell recuperaría esta idea para su primer modelo en New Deal. Este gráfico es una mezcla entre la Riot stick y la Rude Boy IV (de la que hablaremos más adelante). Howell continuó usando recursos propios del cómic en años posteriores así
que hablaremos más de él.
New Deal, Andy Howell pro model 1990

Un último ejemplo coetáneo que no me podía saltar: SMA (Santa Monica Airlines) “Think crime” 1988, collage que contiene un alegato contra la policía, muy preocupados por prohibir patinar en determinadas áreas. Lo interesante es que incorpora nada menos que 8 bocadillos con bastante texto, cada uno contiene alguna frase típica de policía. En medio, señales de prohibido y en la cola, una multa por patinar.


Onomatopeya y textos de apoyo: 


Para cualquier diseñador, integrar textos en el gráfico es siempre un trabajo complicado, a veces una pesadilla. Meterlo en forma de onomatopeya podría ser un recurso socorrido, sin embargo, apenas es utilizado. En muchas tablas, cuesta discernir lo que es onomatopeya de simple rotulación. Quizás la referencia más antigua sería el ya comentado “POW” de la Riot stick. Pero la onomatopeya más icónica llegará en 1991 con la 101 “Natas Kaupas pro model”. Esta es una muñeca rusa, el diseñador Marc McKee se apropia de las pinturas de Lichtenstein que a su vez de apropió de viñetas de los tebeos de los 50-60s. Además,este gráfico nos introduce en el siguiente punto: el uso de textos de apoyo. En este caso, el diseñador aprovecha este recurso para dar la información (Natas Kaupas) contando un pequeña historia, dando dirección  y sentido a la lectura a la imagen: nombre-explosión-sorpresa. Es una visión subjetiva, donde somos espectadores de una escena aérea que acaba en tragedia. Reconocemos a Natas (le nombramos en nuestra mente) pero justo en ese momento un misil acaba con él, y la narración vuelve a nosotros con un "oops" de sorpresa.



Textos de apoyo:
No hay demasiados ejemplos, es un recurso que se incorporó tarde y he acotado hasta 1992. A finales de los 80 aparecen algunas cajas con el nombre de la marca o al pro, pero no se pueden considerar como textos de apoyo. No es hasta principios de los 90 cuando se incorpora este recurso. Quizás las primeras referencias dignas de mención aparecen en 1990. Marca “Blind”, modelo “Danny Way”, diseño de Marc McKee. La cajas sirven para presentar a  un pandilla ficticia. El siguiente ejemplo creo que es más interesante: New Deal, modelo Justin Girard 1990. Diseño es del ya citado Andy Howell. 



Uno de los modelos más icónicos que mezcla texto de apoyo con secuencia aparece en 1991:  Blind skateboard, modelo Jordan Richter. Sobra comentarlo.
  

2. Secuencia.

Las primeras viñetas aparecen en 1985. Por un lado, una de las casa grandes, Santa Cruz skateboards produce una team deck (diseño del archiconocido Jim Phillips) con tres viñetas. El problema es que no tienen secuencia, son repetición. Algo parecido produjo otra marca mítica, Gordon&Smith en 1986, team deck “Foam tail”. Me ha sido imposible encontrar imágenes en internet, así que subo capturas de móvil.La calidad es muy mala, pero creo que se entiende.


Por otro lado, está la “Revel” (1985) el modelo de Blockhead del que hablamos al comienzo del post. Aquí el problema es que no acaba de haber secuencia entre sus viñetas, son imágenes inconexas o con una elipsis tan grande que todo queda por interpretar.

Para llegar a una secuencia de imágenes al uso, habría que esperar hasta 1986, otra vez diseños de Santa Cruz y G&S. Sin embargo nada es perfecto: hay secuencias pero no viñetas.


                           

Santa Cruz apostó poco por el Freestyle (estilo libre o Pogo), nunca se lo tomaron demasiado en serio, es un estilo residual, casi un baile y de pocas ventas. Ray Meyer fue su único pro y tuvo dos modelos, esta “Skippy” es el primero. El diseño es más humorístico de lo habitual y el único que utiliza recursos del cómic antes de los 90 en Santa Cruz. Más tarde incorporaron el cómic para competir con las nuevas marcas, los tiempos exigían un cambio de rumbo en lo gráfico. Me da la sensación de que Jim Phillips, el diseñador oficial de la marca, tuvo más libertad con este diseño…o quizás tampoco se tomaba demasiado en serio el pogo. En cualquier caso, es mi diseño favorito de Jim. 
En el caso de Gordon&Smith el gráfico es del propio patinador, Chris Miller, uno de los pioneros en una ya larga tradición de skater/diseñador. De fondo un autorretrato mientras que en primer plano vemos tres momentos distintos de un personaje-silueta que cae al vacío. Un gráfico extraño para la época, de tono existencialista dentro de una marca de tradición colorista y festiva.

El primer gráfico de cómic completo (secuencia y viñetas) llegaría en 1987. Modelo,“Rude Boy IV”, cuarta pro-model  de Chris Baucom, que patinaba para Walker skateboards (Florida), buque insignia del skate de la costa este. Walker es una casa con historia, pero en realidad era una empresa pequeña, ya que la industria del skate se desarrollaba en la costa oeste, en California, principalmente.

Este gráfico de Steven Walker es directamente una página de cómic impresa sobre otro soporte, del papel a la madera. Bajo el título “The adventures of Rude Boy” se narran las aventuras de una versión punk de “Dennis the Menace” ("Daniel el travieso", en cristiano). El protagonista marca su territorio como un perro, atropella ciudadanos, asusta a las viejas y maltrata a sus fans. “Rude boy” era el apodo de Chris Baucom, un skater digamos… revoltoso. Hasta dos años después, no he encontrado otra referencia tan clara como este gráfico de Walker. Quizás al ser una marca pequeña no tuvo impacto en el resto de diseñadores-empresas.



En 1990 la industria del skate estaba en su apogeo, los pros de más edad veían cómo llovía el dinero sobre las compañías pero ellos cobraban un pequeño porcentaje por cada tabla vendida (eso me suena). Pero la ventas eran enormes, seguía siendo un pastón y pudieron ahorrar mientras sus carreras menguaban... y ocurrió lo lógico: los pros rescindieron sus contratos y con sus ahorros montaron su propia marca. Así, entre 1990-1993 aparecieron un montón de marcas nuevas y gran parte del negocio pasó a manos de los protagonistas: Blind, Wolrd industries, Alien Workshop, Focus, New Deal, Planet Earth, Acme, Plan B, 101… pero también marcas que apenas duraron uno o dos años: Public, Small room,Shine, Fishlips… lo importante es que con ellas llegó una revolución gráfica, definida en gran parte por el uso del rip-off en tono irónico. Los diseñadores pescaban referencias visuales de corte infantil (dibujos animados, clásicos ilustrados, literatura infantil, tebeos…) o de la cultura popular para ironizar sobre temas serios: drogas, pornografía, racismo, homofobia, sectas, control de armas…






Algunas marcas se adaptaron, otras abrieron subdivisiones (Alva-New School/ H-street-Life…) pero los chavales querían al “transgresor original” y estos tenían fichados a los mejores pro-street skaters (la rampa había perdido protagonismo).

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Antes de acabar el post me gustaría hablar de una idea interesante, el uso de secuencia en varias tablas. En esta variante, tras escoger un motivo, se desarrolla una continuidad entre modelos usando cada tabla como una viñeta independiente. Resultó un negocio lucrativo, los chavales, que ya adoraban al pro, establecieron un vínculo aún más fuerte con sus gráficos. Entra en juego otra variable, el coleccionismo, despertando a la bestia completista que muchos llevamos dentro… pero esto no son cromos, era una afición realmente cara. Llevo algunos años metido en el coleccionismo de skate y el discurso habitual es “me compro las tablas que no pude tener de niño”. Lo liberador de satisfacer una frustración infantil mezclada con crisis de los 40 (los adolescentes de 84-90) son un cóctel explosivo que acaba en burbuja de precios.

La secuencia más famosa fue también la primera, obra de Jim Phillips para la Santa Cruz y el patinador Rob Roskopp. Su primera tabla (Target 1, la más codiciada) sale al mercado en 1984. Del centro de una diana sale un brazo que dibuja con sangre el nombre del pro. Es un diseño innovador, en una época de diseño plano, Jim intenta conseguir un efecto 3D a través de la ruptura y superposición.
En algunas entrevistas, Rob cuenta que todo surge de un dibujo que le había hecho un amigo inspirado en el estilo de Ed “daddy” Roth, Jim lo redibujó y se convirtió en el bestseller de la casa. Pronto hubo mucha presión para sacar un segundo modelo y tanto Rob como Jim estaban bloqueados.  Fue un ejecutivo, Tim Piumarta quien sugirió la idea de hacer una serie. Durante mucho tiempo se decía que todo seguía un plan maestro de Jim, que desde el inicio pensó en la serie. El propio Jim lo desmintió con el tiempo...aunque tampoco hacía demasiada falta: hay una incongruencia entre el diseño de la T1 y la T2. Jim Phillips tuvo que desplazar el brazo del centro de la diana hacia la izquierda para poder continuar con la narración (el monstruo desatado acabará con el primer plano). Una corrección demasiado chapucera como para pasarla por alto. De manera que es imposible saber si la idea de la serie es del 1984 o 1985, pero sí sabemos que termina en 1989, aunque en las siguientes Roskopp, el motivo gira en torno al monstruo. El triunfo del azar y lógica empresarial.


Un poco más tarde, Ken Park también tuvo su serie, pero sólo aporta como novedad que la desarrolló en dos marcas distintas, lo que implica que el propietario de la idea era el patinador y no la casa. Su secuencia se inicia en la mítica Madrid Skateboards (85), pero el desarrollo lo hizo en Vision skateboards entre el 87-88.




Por último, hay un tipo de narración que se da aprovechando las dos caras de la tabla, dos viñetas que cuentan una historia. Es muy poco común, ya que en la parte de arriba de la tabla o no hay nada (en los 90 se cubría todo con lija) o simplemente se coloca el logo de la marca más alguna referencia al modelo. Pondré solo un ejemplo, mi favorito lo por lo sencillo y lo bien que funciona el gag, además de que utiliza la onomatopeya para insertar el logo. La pena es que no doy con la imagen de la parte de arriba, pero vamos es bien sencillo, por debajo unos chavales lanzan un petardo tamaño fallas a un carrito, en la parte de arriba sólo una explosión.


Toca despedirse, y como buen infectado por el virus del coleccionismo (no me lo tengáis en cuenta) aprovecharé la ocasión para dejar un anuncio: querido lector, si desde hace años tienes un patín abandonado en un desván, azotea o garaje, envíame un privado a plastinante@gmail.com. Como buen autor patrio, soy pobre, pero tengo algunos originales para intercambiar (¡no están en venta, sólo disponibles para esta locura!).

¡Rueda Laia, rueda!



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