sábado, 15 de junio de 2013

EN EL CLAVO

Santiago García acaba de publicar en Mandorla, una reflexión sobre el cómic en España, es interesante porque su visión es externa, lo que aporta una perspectiva distinta del resto de los blogs especializados.

Para los que aún no conozcan el trabajo de Santiago, digamos que hoy es uno de los motores motrices del tebeo en españa. Sólo este año, y desde fuera del país ha promovido Supercómic y Panorama. Además es crítico, periodista, traductor, escritor (La novela gráfica), guionista (El vecino, La tempestad..)...y seguro en que mil cosas más, porque si quieres vivir del cómic necesitas multiplicarte.


Al grano: dentro de esa mega-entrada, hay una reseña sobre Nela. Es una reflexión curiosa, porque se aleja de destripar argumentos y construcciones centrándose en el trabajo del autor, y creo que da en el clavo de lleno en uno de sus apuntes; la premisa inicial  de la adaptación era diluir a los autores en la historia, andamios invisibles.
Me parece que es algo que no se había hecho aún. Cada dibujante tiene un estilo, con mayor o menor versatilidad, pero un estilo al fin. Y al adaptar, escogemos el material en función de él y de las posibilidades que tienen las imágenes que sugiere...tiene un punto de lucimiento personal y técnico respecto al dibujo. En Marianela, incluso un Galdós primerizo trata de lucir (tiene presencia como elemento del relato) más de la que debería.
Marianela es un libro con mucha fuerza, no es mi favorito (ni siquiera de Galdós), pero creo que era perfecto para este propósito.
Muchas gracias a Santiago por sus palabras, su tiempo y su atención a este proyecto.

Casi se me olvida, la reseña AQUÍ.

PD: Al publicar Sin título: 2008-2011, no recuerdo si fue Santiago o Pepo Pérez quien me comentó si no tenía pánico al siguiente trabajo. La "presión" era alta, el libro era un experimento que había tenido muy buenas críticas y parecía cerrar las puertas de regreso a la narración más académica (occidental). Lo cierto es que en ese momento no tuve miedo, la semilla de Nela estaba plantada desde hacía tiempo (2007-2008) y en esa época ya había enraizado por todas partes.
Hoy sí tengo algo más que pánico, y con razón tras leer reseñas como ésta.